¿Como Puedo Recibir mi Sanidad de parte de Dios?

10 Aquí tenemos otro ejemplo de sanidad que le ocurrió a un precioso hermano de mi iglesia llamado Ron. Muy tarde en una tormenta de invierno hace unos pocos años, Ron atascó su mano hacia abajo del tractor del jardín para quitar la nieve de el. El pensó que había desenganchado la hoja del ventilador, pero debido a que las partes móviles de las maquina estaban estancadas en un banco de nieve, él no podía ver lo suficiente como para estar seguro. La rueda del ventilador aplastó su dedo índice izquierdo, su pulgar, y todos los huesos del medio. El estaba en tremendo dolor. Pero Ron había escuchado la historia de mi amigo acerca de su brazo atrofiado. Así, que gritando de dolor, Ron cambio sus palabras y comenzó a gritar en lenguas. El levantó su mano quebrada hacia arriba en el aire, proclamó la sanidad divina, y condujo su tractor de nieve de regreso a la casa. Su esposa inmediatamente quería llevarlo a emergencias en el hospital, pero Dios le había dicho que él sería liberado. Esa noche, Ron me llamó para orar. Cuando oramos por el teléfono, el dolor se fue. Eran cerca de 9:30pm. Después de la oración, mi esposa tomó el teléfono para decirle que hacer mientras esperaba el resto de la sanidad que él sabía por las Escrituras que ya era de él. Mi esposa es enfermera. Ella le dijo que lo levantara y le pusiera hielo. Así que él se sentó en una silla cómoda para pasar la noche, con su brazo cayendo sobre el hombro opuesto. Cerca de la 1 de la mañana, el Señor lo despertó, y él observó mientras Dios movía todos sus huesos de regreso a su posición correcta. En un momento, la obra sobrenatural de sanidad que fue realizada cuando oramos en el espíritu, fue recibida en lo natural. Nosotros aun hicimos una lucha de manos en el pulpito en el servicio del Domingo un par de días mas tarde para mostrar lo que Dios había hecho. (¡Ron me venció en esa ocasión!) Tomar autoridad espiritual sobre la enfermedad y la dolencia puede ser algo que no estamos acostumbrados a hacer. Nuestra cultura trata la enfermedad como un factor común de la vida. Pero desde la perspectiva de Dios, es un enemigo traído por designio satánico, y el alejamiento pecaminoso del hombre de las instrucciones de Dios. Yo recuerdo a una dama en una iglesia Bautista hace uno años atrás quien me había pedido oración durante una noche de alabanza y adoración. Yo la ungí con aceite, y estaba por poner mi mano gentilmente sobre su hombro en imposición de manos para la revelación de Dios acerca de que y como El quería que orara. Mientras lo hacia, el Señor me habló una palabra, “atadura.” Inmediatamente supe departe de El que esta dama tenia un espíritu de atadura que necesitaba ser echado fuera. Tan pronto como yo ordené que se fuera la atadura, la dama cayó al piso y comenzó a sisear y girar como una culebra. Era clásico, como las historias que usted ya ha escuchado al respecto. Mientras los otros miembros de la iglesia me miraban le dije al líder de adoración que comenzara a tocar y cantar acerca de la sangre de Jesucristo para quitar la atención de sobre a dama (ya que a los demonios como los que afligían a esta preciosa hermana siempre tratan de hacer un gran show para llamar la atención) y para unir al grupo para incrementar su fe. Me arrodillé junto a la mujer y le mande a cada demonio a callarse y que saliera de ella calladamente. Al hacerlo, su siseo paró y los espíritus dejaron de vocalizar sus sucios comentarios. Después de ministrar palabras de sanidad que el Señor me dijo que hablara para ella, la dama fue restaurada a su mente correcta y comenzó a regocijarse. Por todo el siguiente año ella le contó a todo mundo en su pueblo de como Jesucristo la había liberado.

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