34 Capítulo Doce Ninguna Tentación Está Más allá de Jesús Si tú estás experimentando un serio, quizás incluso inhabilitante problema de salud, y parece que el tiempo está corriendo y, que no hay esperanza, o que tú has perdido la voluntad para seguir luchando, anímate. Jesús ¡ha estado allí! Si tú estás condenándote por tener una fe inadecuada para recibir sanidad, Jesús ha estado allí también. Él está dispuesto a tomar el tiempo para enseñarte cómo ser un vencedor, si tu tienes la voluntad para perseverar. Y aun cuando ya no tengas la voluntad para seguir luchando, Él puede darte incluso la voluntad para continuar, si tú se lo preguntas. Él te ama. Él quiere que tu tengas todas las bendiciones, por las que Él murió, para dártelas a ti. ¡Tú eres tan precioso para El! Todo lo que Él espera, es que tú te humilles y le preguntes. Dios sabe todo acerca de trabajar en medio de las crisis. Él sabe todo sobre cómo ayudar a Su pueblo para que reciba Sus bendiciones, y Él no está haciéndolo en vano, corriendo contra el reloj. Él estableció los principios de Su Palabra y Él, no los viola. Cuando nosotros aprendemos a recibir de Él, conseguimos los resultados. No es puro mecanismo. No es ninguna ley, y simplemente no es ningún conocimiento. Recibir nuestro pacto de sanidad se basa en desarrollar fe como un niño y hacer en forma precisa lo que Él dice. Cuando viene a ganar nuestra sanidad, nosotros debemos aprender a construir una relación con el Médico Maestro, Jesucristo. Y todo eso es por gracia. Donde nos falta la fe, siempre podemos pedirle ayuda para nuestra fe. Después de todo, Él es el Autor y consumador de nuestra fe (Hebreos 12:2). Enfadarse con Dios, y frustrarse con nuestras circunstancias, es tan contra productivo para nuestra fe, como creer que Dios quiere que una persona permanezca lisiada y escoge sanar algunos y no a otros. ¡Ésa no es la manera de Dios para tratar con cualquiera de Sus hijos! Esto es por lo qué la relación con Jesucristo es tan necesaria--Él se presenta a cenar con nosotros a la mesa, cuando le abrimos la puerta que El toca. Jesús, el Hijo de Dios, no tiene ningún favorito, y Dios no tiene ningún favorito. Él nos dará el plan de batalla como Capitán de las Huestes, como Él hizo con Josué, para que nosotros podamos tomar los muros de Jericó en nuestra Tierra prometida de todas las bendiciones espirituales (Efesios 1:3). Oseas 4:6 nos dice que su pueblo fue destruido por la falta de conocimiento. Jesús todavía es el Maestro, y Él nos enseñará suavemente con el conocimiento del rhema de revelación necesario para la vía de escape, si nos acercamos a El y se lo permitimos.38 Aprendiendo a Vivir Por Cada Palabra Dios no nos permitirá graduar de nuestro vagar por el desierto hasta que nosotros aprendamos a vivir por cada palabra (rhema) qué procede de Su boca (Mateo 4:4). Esto está claro en Deuteronomio 8:1-3. Al no aprender a oír, nos quedamos allí en el desierto y morimos allí (Josué 5:6). No hay ninguna bala espiritual mágica. Sólo hay una relación con Jesucristo, y eso toma tiempo, humildad, y tener hambre de desarrollo. Empieza sobre nuestras rodillas con alabanza y adoración, arrepentimiento y quietud para escuchar. 38 I Corintios 10:13-14 No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados mas de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar. Por tanto amados míos, huid de la idolatría.
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