1 Capítulo Uno Entendiendo Nuestra Autoridad Espiritual Uno no puede comenzar a enseñar como adquirir sanidad sin primero compartir acerca de la autoridad espiritual que Jesús le dio a los hijos de Dios.1 Autoridad espiritual es como ser un policía que para un gran furgón de diesel en el camino por una razón -- la autoridad del uniforme. La autoridad Espiritual fue dada a los creyentes en Colosenses 1:13 (Que nos ha librado de la potestad de las tinieblas), Marcos 16:17-20 (Y estas señales seguirán a los que creen…), y Juan 14:12 (...El que cree en mi, las obras que yo hago, él las hará también; y mayores obras hará; porque yo voy al Padre ). No hay un talvez para estas palabras. La autoridad Espiritual fue demostrada y luego practicada por los discípulos y los setenta en Lucas 9 y 10. Jesús fue su entrenador. El, todavía es eso hoy en día, y El está listo cuando tu comiences. Autoridad es algo en lo cual crecemos. El policía novato a menudo no está seguro de la autoridad que realmente tiene a pesar de su 1Ser un hijo de Dios es haber aceptado a Jesús en tu corazón para ser tu Señor, i.e. el jefe de tu vida. Todos los hombres y mujeres hemos pecado. Pero Jesucristo vivió y enseñó y fue matado por la gente que nunca se dio cuenta que Su muerte vendría a ser el ultimo sacrificio para pagar por los pecados de todo el mundo. Dios le levantó de la muerte, y ahora El vive para siempre para venir y ayudar a todos aquellos que le piden a El que entre en sus corazones. A pesar de tu condición, El está listo para ayudarte al tu pedirle que venga y sea el Señor de tu vida. Si tu todavía no has hecho esto, ¿por que no te tomas ahora un momento y le pides a Jesús que venga a tu corazón y perdone tus pecados y sea el Señor de tu vida? uniforme. Toma un tiempo tener ambos, el uniforme y saber usarlo. Algunos creyentes bajo gran aflicción, se refieren a su sanidad con palabras como, no debe ser la voluntad de Dios para mi que yo sea sanado, o no debe ser el tiempo de Dios. Esta clase de pensamiento se vuelve una falsa doctrina que mina nuestra fe en las promesas de sanidad de Dios, y mina su autoridad espiritual para usarlas. Tales promesas como I Pedro 2:24 nos dice que por las llagas de Jesucristo, fuimos (ya) sanados. Pero aprender a tomar la autoridad para emplear esta promesa es la razón por la cual este libro ha sido escrito. Ya fuimos sanados en el momento que determinamos creer las muchas promesas de sanidad en la palabra de Dios en lugar de creer a nuestros síntomas o dolor. ¡Las promesas de sanidad de Dios son contractualmente nuestras! La Palabra de Dios lo dice así sin ninguna ambigüedad o incerteza, pero nuestra confesión muy a menudo es dirigida por lo que vemos o sentimos mas que por lo literal de Sus promesas. Depender de nuestros cinco sentidos mina nuestra confianza espiritual lo cual mina nuestra autoridad espiritual para recibir las promesas de sanidad garantizada que están hechas en la Escritura, la Palabra de Dios. ¿Por que no declarar que la sangre de Jesucristo (nuestra Pascua) cubrirá su casa, y que la enfermedad tiene que pasar por sobre de su familia? Nuestra autoridad para cada una de las promesas de Dios descansa en la sangre de Jesucristo. Pero hasta que uno toma autoridad sobre la enfermedad, la enfermedad tomará autoridad sobre nosotros. Es posible ordenarle a la enfermedad que muera al dintel de la puerta. Dios está ávido para hacer mucho mas abundantemente de lo que pedimos o pensamos en fe.
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