20 Capítulo Siete Fe Persistente Completamente Persuadida Cuando no parece estar sucediendo la sanidad, es un problema de fe. A veces necesitamos ayuda con nuestra fe para ser completamente persuadidos, y a veces carecemos de entendimiento de los principios divinos para recibir las promesas de las Escrituras. Algunos de los impedimentos para la fe pueden incluir asuntos como pecado prolongado, falta de conocimiento espiritual, falta de experiencia de fe, falta de perdón profundamente enraizado y problemas de amargura, maldiciones generacionales de pecado en la linea sanguínea, persistencia agresiva completamente persuadida en las promesas de Dios, y otras. A veces, se necesita de la ayuda extra espiritual derivada del ayuno. Y a veces, simplemente se necesita ser insistentes y osados en usar la autoridad espiritual que Dios ya nos dio. En ningún momento, sin embargo, debemos aceptar que Dios no nos sanará. Sus propias promesas escritas en Su Palabra, carecerían de significado si eso fuera cierto. El problema no sería con las promesas de Dios. El problema sería que nuestra fe es selectiva, basada en nuestro conocimiento y experiencia. La fe selectiva, nunca será fe completamente persuadida. Miremos nuevamente el testimonio de Abraham. Romanos 4: 16b-24 el cual es padre de todos nosotros. (como está escrito: Te he puesto por padre de muchas gentes) delante de Dios, a quien creyó, el cual da vida a los muertos, y llama las cosas que no son, como si fuesen. El creyó en esperanza contra esperanza, para llegar a ser padre de muchas gentes, (conforme a lo que se le había dicho: Así será tu descendencia). Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi cien años), o la esterilidad de la matriz de Sara. Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios, plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido; por lo cual también su fe le fue contada por justicia. Y no solamente con respecto a él se escribió que le fue contada, sino también con respecto a nosotros a quienes ha de ser contada, esto es, a los que creemos en el que levantó de los muertos a Jesús, Señor nuestro, Todos encaramos problemas de fe algunas veces. Para ganar nuestra sanidad, debemos remover estos impedimentos. Por ejemplo, debemos sobreponernos a ofendernos personalmente cuando alguien nos dice que la razón por la que no hemos recibido una promesa de bendición de Dios es debido a falta de fe. Solo la fe es siempre el ingrediente necesario para recibir una promesa de Dios, y solo la falta de fe es la razón por la cual fallamos en recibir una bendición prometida. ¡Salud es una de esas promesas! Aun Jesucristo no pudo vencer la falta de fe de sus conciudadanos de Nazaret para hacer muchos milagros allí. También solamente existe una razón, hoy en día, para apropiarse de la promesa de sanidad de Jesucristo, incredulidad. Pero si nos enojamos a la mera sugerencia de que necesitamos mas fe, entonces la sanidad probablemente, permanecerá elusiva. Frecuentemente se levanta un obstáculo a la fe entre los creyentes que han sido seguidores de Cristo por algunos años. Cuando no sucede su sanidad, se ofenden ante la sugerencia de que tienen un problema de fe. Su orgullo se levanta y se ofende. Pero, ¿podemos hacer a un lado nuestra capita de orgullo y bajarnos al negocio de aprender como incrementar
RkJQdWJsaXNoZXIy MTU1OTMyMg==