¿Como Puedo Recibir mi Sanidad de parte de Dios?

3 Romanos 4: 18b-24 el cual es padre de todos nosotros. (como está escrito: Te he puesto por padre de muchas gentes) delante de Dios, a quien creyó, el cual da vida a los muertos, y llama las cosas que no son, como si fuesen. El creyó en esperanza contra esperanza, para llegar a ser padre de muchas gentes, conforme a lo que se le había dicho: Así será tu descendencia. Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi cien años), o la esterilidad de la matriz de Sara. Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios, plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido; por lo cual también su fe le fue contada por justicia. Y no solamente con respecto a él se escribió que le fue contada, sino también con respecto a nosotros a quienes ha de ser contada, esto es, a los que creemos en el que levantó de los muertos a Jesús, Señor nuestro. ¿Que fue de lo que Abraham se hizo completamente persuadido? La misma cosa de la que Noé, Enoc, Sara y todos los demás santos estaban persuadidos de, en Hebreos 11 la verdad de las palabras que Dios les había hablado. Ellos no estaban completamente persuadidos de la Palabra escrita porque tales palabras no habían sido escritas para entonces. En cambio, ellos estaban persuadidos de toda palabra que procedía de la boca de Dios, como había sido hablada a ellos privadamente por el Señor. Cuando Abraham cruzó de la incredulidad en las promesas habladas, él la recibió exactamente como Dios dijo. Así es con nuestras promesas de sanidad de Dios, como con Sus palabras dichas a nuestro espíritu acerca de tales cosas cuando tenemos comunión con El. Debemos aprender a no tambalear en incredulidad en las palabras que el Señor te hablará a ti2 como en Sus palabras escritas. 2 Aprender a escuchar la voz del Señor con confianza es una parte esencial del crecimiento Cristiano (Mateo 4:4, Juan 10:27; Ap. 3:20-22). Para mas información en este tema, vea Cenando a la Mesa del Maestro: Aprendiendo a Escuchar la Voz del Señor anotada en la sección de recursos apéndice.

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