32 Capítulo Once Espíritu, Alma, Y Cuerpo Nosotros debemos recordar, que lo físico sigue a lo espiritual. La jerarquía de la autoridad espiritual de Dios es así: El espíritu debe gobernar, luego el alma, y entonces el cuerpo físico. El espíritu aloja nuestra voluntad y se regenera por el Espíritu Santo cuando una persona invita a Jesucristo para que sea su Señor y Salvador y uno cree que Dios lo levantó de los muertos.34 El alma, por otro lado, comprende la personalidad, los pensamientos, las emociones, etc. A menudo se concibe, como la mente del individuo. En el orden de la autoridad divina, el espíritu (que alberga nuestra voluntad) debe gobernar bajo la autoridad del Espíritu de Dios. Entonces el alma (qué alberga las emociones, pensamientos, la mente consciente, el razonamiento, etc.) será sometida bajo la autoridad del espíritu, y luego, el cuerpo igualmente al alma. Así el espíritu, el alma y el cuerpo deben estar sujetos bajo el Espíritu de Dios. El orden y funcionamiento del espíritu, alma y el cuerpo es un principio Bíblico mayor. Aunque muchas personas los confunden, pero ellos son nombrados por separado, en las Escrituras, por un propósito específico.35 Usted haría bien en pedirle al Espíritu Santo 34 Romanos 10:9-10 Que si confesares con tu boca que Jesús es el señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. 35 I Tesalonicenses 5:23 Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo que realmente se lo enseñara.36 La Mayoría del mundo está sujeto a las demandas del cuerpo o el alma. Pero en el orden de vida de Dios, estos dos deberán sujetarse a la Palabra de Dios, vía el Espíritu Santo, en el creyente renacido. Así es que las cosas físicas en la vida son paralelas a las cosas espirituales en la vida. Esto es verdad para cada persona, ya sean creyentes o no-creyentes en Cristo. Está establecido de esta manera por nuestro Dios creador, Si el equilibrio espiritual con Dios está fuera de lugar, las cosas en el mundo físico también estarán desequilibradas. La falta de perdón es pecado, y como cualquier pecado desatendido delante de Dios, es una causa mayor de desequilibrio espiritual. El tener fe para sanar involucra algunos principios, y todos nosotros necesitamos crecer en esta área. Simplemente porque uno oró y Dios intervino en una situación dada de una forma determinada, no significa que uno tenga la fe o la revelación necesaria para la próxima vez. La revelación raramente actúa dos veces en la vida, de la misma manera, para situaciones similares.37 Así como el maná que se recogía fresco diariamente, así la revelación del Pan de Vida necesita ser fresca para cada día. Cada combinación de circunstancias, niveles de fe, pecados, entendimiento de las Escrituras, y la revelación de Dios son diferentes cada vez. Debemos buscar a Dios para todas y cada una de las situaciones, y 36 Para un mayor entendimiento de este tema, por favor vea el Curso Hechos 29 sobre el Espíritu Santo, Volumen I anotado en el apéndice. 37 Moisés y todo Israel aprendieron esto de la manera difícil durante sus dos visitas a la roca de Meriba. Estas dos visitas ocurrieron 40 años aparte una de la otra. Compara Exodo 17:1-7 con Números 20:1-13; 27:1214 y Deuteronomio 32:48-52.
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