27 Capítulo Nueve La Parálisis De la Falta De Perdón Permíteme ilustrar cómo la falta de perdón afecta tu sanidad. Hace unos años en una maravillosa iglesia Gitanaen Rumania, yo iba a imponer mis manos en el hombro de una mujer por sanidad, al cierre de un servicio de la iglesia. Noté que ella tenía tumores alrededor de su cuello --bocios grandes que se pandeaban bajo su piel. En cuanto yo la ungí con aceite y toqué su hombro, el Señor me dijo que ella tenía falta de perdón en su corazón. Así que me detuve, y le pregunté si había alguien que la había herido, a quien ella no había perdonado. Ella meneó su cabeza, y asintió dócilmente. A través del traductor le dije que tomara un momento para perdonar a la persona que la había herido. (Si yo tuviera que hacer esto otra vez, también le diría que pidiera también perdón al Señor por el enojo y la falta de perdón que ella albergó en su corazón hacia esta persona que la había herido). Cuando ella estaba lista para proceder, hablé las promesas curativas de Dios sobre ella, y ordené que su cuello fuera sanado, y ¡los bocios desaparecieron justamente ante de nuestros ojos! Yo podría haber orado contra el bocio hasta quedar exhausto, y nada habría pasado. En cambio, Dios que lee cada corazón como usted y yo cuando leemos un periódico, supo lo que estaba permitiendo a satanás mantener su aflicción sobre ella. Mediante la revelación Rhema, Dios me dijo lo que necesitaba pasar en el alma de esta señora para lograr la sanidad divina. Cuando obedecemos el Rhema del Espíritu, la sanidad a menudo es un milagro instantáneo. En otro caso de sanidad al ser reconocida la falta de perdón como pecado, una señora con asma severa, desde su niñez, pidió oración. Cuando empecé a orar, comprendí que ella tenía un sentimiento muy significativo de culpa, vergüenza, y temor por el color de su piel. Ella se había criado en una familia hispana maravillosa, pero había vivido en un pueblo donde todos eran Caucásicos blancos. Eran una típica, y próspera comunidad americana. Pero como en muchos de tales lugares había prejuicios sutiles contra cualquiera que era diferente. Esta ilustración todavía hace que mi corazón llore al ver cómo las personas viciosas y crueles, pueden ser hacia otros de una raza diferente, incluso cuando ellos mismos no lo comprenden. A la edad de siete años, esta señora desarrolló un temor por ser diferente, al oír los ocasionales comentarios, siendo, comprensiblemente, alguien muy sensible durante su niñez. Ella era diferente de sus compañeros de juegos en la escuela primaria.. Ella era diferente de sus compañeros de clase en la escuela secundaria. Así, desarrolló la conciencia de ser diferente, y un fuerte temor de ser señalada por sus diferencias. Aunque inteligente y bonita, ella desarrolló una fuerte auto-conciencia. Ésta se volvió una falta de auto-estima, y abrió la puerta a un miedo interior, dudar de si misma, y falta de confianza en su vida. Después estas influencias se volvieron un tipo de auto-odio, no pudiendo amarse a si misma. Cuando esto pasa, los efectos de la falta de perdón y autoamargura generan una tensión emocional, lo que induce quebrantos de salud en el sistema de inmunidad natural del cuerpo, afectándose la salud física.29 Incluso a la joven edad de siete años, ella pronto desarrolló problemas de salud debido 29 Muchos estudios médicos han relacionado la salud inmunológica con la salud emocional. Vea el apéndice con respecto a tal artículo, y refiérase a los capítulos uno y dos de en His Own Image: We Are Wonderfully Made, del Dr. Art Mathias, anotado en la sección de referencia al final de este folleto.
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