44 Pero Dios todavía estaba trabajando. Mi hermano empezó a comprender que la ciencia médica tiene sus limites.45 Él empezó a investigar métodos alternativos tales como mejorar el sistema inmunológico a través de la nutrición. Empezó a ver que Dios construyó nuestros cuerpos de una manera tan maravillosa que tiene su propio mecanismo de defensa en su mismo sistema inmunológico.46 45 Se dice que la regla del dedo pulgar para el éxito con quimioterapia es cerca del 30%. La radiación y otros tratamientos pueden tener ventajas y aplicaciones, pero Dios nunca quiso que ellos lo reemplazaran como nuestro sanador. 46 Aquí es donde la conexión espiritual con la enfermedad se hace muy evidente. El sistema inmunológico del cuerpo humano esta construido con el cáncer así como para tratar con los virus, o cualquier otro enemigo. Pero heridas emocionales, estrés, y sobre todo la falta de perdón hacia uno mismo, otros y hacia Dios, todos tienen un notable impacto en el sistema inmunológico de la persona. ¿Por ejemplo, sabia usted que los estudios han demostrado que cinco minutos de colera o emociones negativas fuertes, suprimen la función del sistema inmunológico por unas 20 horas o más? Puedes imaginarte el impacto negativo que la tensión emocional continua (como disputa en la casa o en el trabajo) tiene sobre el sistema inmunológico a largo plazo? Aunque un sistema inmune saludable es totalmente capaz de luchar en contra de células cancerosas, virus y bacterias dañinas, cuando los problemas de falta de perdón se apegan al corazón humano (incluso los problemas de hace años), satanas es capaz de usar esos problemas para provocar tensión, y de alli, suprimir la salud del sistema inmune. Se dice que el Cáncer es el resultado del mal funcionamiento del sistema inmune. Los problemas del corazón estan ligados a la falta de perdón y son los más grandes contribuyentes a la immuno-supresión porque ellos traen tensión continua. Hay una dimensión espiritual sobre la sanidad que sólo se nota algunas veces, pero se entiende sin hacer referencia por la ciencia médica moderna. Una vez más, se anima al lector a leer el poderoso libro del Dr. Art Mathias acerca de este tema: “En Su Misma Imagen: Estamos Hechos Maravillosamente”, disponible a través de la sección de Recursos en la parte de atrás de este folleto. Sin embargo, al cuarto mes, una mayor comprensión empezó a entrar en Su corazón reconociendo que-- “solo Dios puede sanarme realmente.” Él había probado las opciones médicas, las opciones nutritivas, y muchas otras opciones que el investigó con frustración creciente. Él empezó a comprender que si él iba a vivir, no seria debido a los conocimientos del hombre, sino debido al trabajo de Dios. Acercándose al quinto mes, cuando yo iba a dormir una noche durante una conferencia en Florida, el Señor me dijo claramente, “Paul, yo he sanado a su hermano.” ¡Yo estaba entusiasmado! Llamé a mi hermano tan luego como pude, lo cual fue al próximo atardecer. Él estaba igual de entusiasmado, porque el Señor le había dicho exactamente lo mismo casi al mismo tiempo. A partir de ese momento, él supo que el trabajo de Dios había sido hecho. Dios trabajó con su fe hasta que ese umbral de confianza pudo ser cruzado. Han pasado más de quince años desde ese diagnóstico, y su doctor ha sido desde entonces un amigo íntimo y su compañero de esquiar.
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