7 Capitulo Tres Jesús Es el Nuevo Pacto Consideremos la promesa del pacto de Dios para Israel en los 40 años de vagar en el desierto. Envuelve tres partes. En la primera parte, Dios prometió que El sería su Dios ellos serían su pueblo. Esa promesa trajo un fruto tan asombroso como este: no habrían rodillas endebles entre ellos, ni tampoco la suela de sus zapatos se gastaría. Ho hubo enfermedad por cuarenta años. Piense en esto. Deje que se asiente en su espíritu por un momento. En cuarenta años nunca estuvieron enfermos o dolientes.14 Sus pies nunca sudaron, y sus vestidos no envejecieron, todo debido a la relación de pacto que ellos tenían con Dios, todo a causa de la relación de pacto que ellos tenían con Dios. Tengo buenas nuevas. Ahora, debido a la sangre expiatoria de Jesucristo, Dios es también nuestro Dios y nosotros somos Su pueblo. Dios por lo menos hará tanto como eso por Sus creyentes del Nuevo Testamento ahora que Jesús ya vino, y ha dado su don del Espíritu Santo. Considere estos conceptos de los capítulos de Hebreos 8 al 10 hasta que lleguen a ser parte suya. No podemos utilizar lo que no creemos. Y la mayoría de la gente tiene dificultad en creer lo que ellos no conocen. Es por esto que Oseas 4:6 declara que el pueblo de Dios es destruido por falta de conocimiento. La segunda parte del pacto del Antiguo Testamento también se repite en el Nuevo Testamento: No me acordaré mas de tus pecados e iniquidades. Este es un paso crucial en desarrollar confianza e intimidad con el 14 Salmos 105:37; Deuteronomio 8:4; 29:5; Nehemias 9:21, et.al. Señor. No podemos acercarnos a El si nos sentimos condenados e indignos en nuestro propio corazón. El realmente echa nuestros pecados tan lejos como está el este del oeste (Salmos 103:12) cuando nos humillamos delante de El y pedimos perdón por nuestros pecados (I Juan 1:9). Ahora para la tercera pieza del Nuevo Pacto. A diferencia de la tercera parte del pacto de Israel (lo que involucraba obedecer la ley), la tercera parte de nuestro pacto del Nuevo Testamento involucra recibir a Jesús, la Palabra Viviente (en vez de la ley muerta), escrita en nuestros corazones. Esta Palabra Viva (y esto no es hablando acerca de la Palabra escrita) es lo que Dios inscribe dentro de nuestros corazones. Esta tercera parte del Nuevo Pacto se refiere acerca de guardar una relación activa con Jesucristo. Podemos leer todo acerca de ello en los capítulos ocho al diez de Hebreos. Es este tercer aspecto del Nuevo Pacto, la parte acerca de nuestra relación con Jesucristo, la Palabra de Dios escrita en nuestro corazón, el que es crucial para el caminar cristiano de hoy en día. Esta es la parte que separa la religión Cristiana de la verdadera Cristiandad, una verdadera relación personal con Jesucristo a través del Espíritu Santo. Sin una amistad personal con Jesucristo, la Cristiandad es paganismo sofisticado, una forma de deidad sin poder la cual sustituye la cosa verdadera. Jesús encontró tal religión siempre que El trató de compartir con los Fariseos, y nosotros la encontramos hoy en día en todas las iglesias que no tienen señales, milagros y maravillas que las sigan. ¿Como se relaciona este Nuevo Pacto, y específicamente nuestra relación intima personal con Jesús, a la sanidad? De la misma forma que se relaciona el no tener enfermos por cuarenta años. Guarda el pacto, toma tu sanidad. Es así de simple.
RkJQdWJsaXNoZXIy MTU1OTMyMg==